Un allanamiento por una causa de robo en el barrio San Marcelo derivó en el desmantelamiento de un búnker narco que operaba a plena luz del día. Tres personas fueron demoradas, entre ellas un cabo primero de la Policía de Corrientes, armado y con uniforme, que habría admitido haber consumido drogas.
El operativo tuvo lugar el sábado por la tarde en una vivienda ubicada en la esquina de Sánchez de Bustamante y Verona. El lugar estaba bajo vigilancia por sospechas de múltiples delitos, incluyendo el robo de una motocicleta que ya fue recuperada en otra locación. Durante el allanamiento, los agentes descubrieron un punto activo de venta de estupefacientes al menudeo.

Tres demorados y hallazgos comprometedores
Fueron demoradas tres personas: Acosta, Saucedo y Sena, todos con antecedentes por robos y hurtos. Acosta sería quien regenteaba el lugar, junto con una mujer de apellido Mora que no fue detenida. En la vivienda se encontraron 47 microdosis de cocaína, más de $200.000 en efectivo, 13 celulares de dudosa procedencia y municiones calibre 9 milímetros, aunque no se halló el arma correspondiente.
Un policía entre los clientes
Uno de los mayores impactos del operativo fue la presencia de un cabo primero de la Policía de Corrientes dentro del inmueble. El funcionario, que presta servicios en la localidad de Mocoretá, estaba armado, uniformado y habría admitido haber consumido drogas pocas horas antes. Aseguró que solo había acudido para reparar su celular, pero quedó detenido y sometido a un sumario interno.
Intervención de la Justicia Federal
Debido a la presencia de estupefacientes y la posible connivencia policial, la causa pasó a manos de un Juzgado Federal. El caso generó preocupación dentro de la fuerza y entre los vecinos, que aseguraron haber visto movimientos sospechosos en la vivienda durante varios días previos al allanamiento.