La Selección Argentina Sub 20, dirigida por Diego Placente, se prepara para disputar una final histórica del Mundial Sub 20 de Chile frente a Marruecos, la gran sorpresa del torneo.
El conjunto argentino llega a la final con una campaña perfecta, consolidándose como el gran favorito a quedarse con la copa. El equipo de Placente dominó el Grupo D con puntaje ideal tras superar a Cuba (3-1), Australia (4-1) e Italia (1-0).
En las instancias eliminatorias, Argentina mantuvo su nivel: goleó 4-0 a Nigeria en octavos, venció 2-0 a México en cuartos de final y en semifinales dejó en el camino a Colombia (1-0), gracias a un tanto decisivo de Mateo Silvetti.
De conseguir la victoria, la Albiceleste sumará su séptimo título mundial Sub 20, tras los obtenidos en 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007, consolidándose como la selección más ganadora en la historia del certamen juvenil.

Placente busca hacer historia
El entrenador Diego Placente podría escribir su nombre con letras doradas en la historia del fútbol argentino. En 1997, el ex defensor formó parte del plantel campeón del mundo bajo la conducción de José Pekerman en Malasia, y ahora tiene la posibilidad de lograr el título como jugador y como técnico, un hecho inédito en la categoría.
“Este grupo tiene hambre, compromiso y una identidad clara. Queremos dejar otra huella en la historia del fútbol argentino”, declaró Placente en la previa del duelo decisivo.
Marruecos, la gran revelación del torneo
El rival en la final, Marruecos, se convirtió en la sorpresa del Mundial Sub 20. Finalizó primero en el Grupo C, donde superó a potencias como México, España y Brasil. En las fases finales eliminó a Corea del Sur (2-1), a Estados Unidos (3-1) y a Francia, por penales (5-4) tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario.
El seleccionado africano disputa su cuarto Mundial Sub 20 y busca hacer historia al convertirse en el segundo país de África en conquistar el título, después de Ghana en 2009.
Expectativa mundial y final soñada
El choque entre Argentina y Marruecos promete ser una final vibrante, con estilos opuestos: la solidez táctica y talento ofensivo de la Albiceleste frente a la velocidad y sorpresa del combinado marroquí.
Argentina intentará sumar su séptima estrella y romper una sequía de 18 años sin títulos en la categoría, reafirmando una vez más el peso de su historia en el fútbol juvenil mundial.
