River Plate cayó como local por 1-0 ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en una noche cargada de frustración y reproches en el Estadio Monumental. El gol del “Lobo” fue convertido por Torres, de penal, mientras que Insfrán le contuvo un disparo desde los doce pasos a Borja en el final del partido.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo volvió a decepcionar ante su gente tras la eliminación en la Copa Argentina. Los hinchas manifestaron su descontento durante gran parte del encuentro, con silbidos, reproches y cánticos que recordaron los momentos más tensos de la era Gallardo.
El gol de Gimnasia desató la bronca en las tribunas y, sobre el final, tras el penal atajado a Borja, los fanáticos entonaron el clásico “que se vayan todos”. Fue una noche amarga para el “Millo”, que lleva cuatro derrotas consecutivas como local.
Cuatro caídas seguidas en el Monumental
La derrota ante el “Lobo” significó la cuarta caída consecutiva en casa para River, que ya había perdido 1-2 con Palmeiras por la Libertadores, 1-2 con Deportivo Riestra y 0-1 con Sarmiento. Un registro impensado para un equipo que se reforzó para pelear el Mundial de Clubes.
Además, el panorama se complica en la tabla anual, donde el conjunto de Núñez se mantiene en zona de Pre-Libertadores con 52 puntos, pero con Argentinos Juniors y Riestra apenas un punto por debajo.
Un River sin reacción y con clima tenso
River mostró una de sus versiones más flojas del año. Gallardo apostó por los juveniles Ian Subiabre y Jaime, tras la lesión temprana de Colidio, pero el equipo no logró generar peligro. Las individualidades, como Juanfer Quintero y Maxi Salas, tampoco pudieron cambiar la historia.
Por su parte, Gimnasia aprovechó una de las pocas claras del partido. A los 53 minutos, Piedrahita desbordó por izquierda y envió un centro que terminó en penal tras una falta sobre Merlini. El árbitro Arasa cobró la infracción tras revisión del VAR, y “Chelo” Torres cambió la pena máxima por gol, dándole a los platenses tres puntos vitales para alejarse del descenso.
Descontento en Núñez y un futuro incierto
Con este resultado, River profundiza su crisis futbolística y vive un presente inesperado en un año clave. El presidente electo, Stefano Di Carlo, asumirá en medio de un clima de malestar y con un equipo que no logra levantar cabeza ni encontrar un rumbo futbolístico claro.
