Un control rutinario en los accesos a Ituzaingó derivó en el secuestro de 250 kilos de carne vacuna que era transportada sin ninguna medida sanitaria. El conductor y su acompañante quedaron a disposición de la justicia.
Un nuevo golpe al transporte irregular de alimentos tuvo lugar en las últimas horas en la provincia de Corrientes. Durante un dispositivo de seguridad desplegado sobre la Ruta Nacional 12, las fuerzas de seguridad interceptaron un vehículo de gran porte que ocultaba una carga insólita dentro del habitáculo del conductor: un ternero completo que había sido carneado recientemente.
Operativo conjunto en el puesto Filadelfia
El procedimiento fue el resultado de la colaboración entre los efectivos de Gendarmería Nacional y el personal de la Policía Rural de Ituzaingó. Al detener la marcha de un camión marca Ford Cargo, que en teoría transportaba materiales de construcción, los agentes procedieron a una inspección minuciosa.
La sorpresa fue mayúscula cuando, al revisar la cabina del rodado, detectaron que debajo del asiento se encontraba escondido el cuerpo de un vacuno faenado, evadiendo todos los controles bromatológicos y legales obligatorios para el tránsito de productos cárnicos.
Detenidos y decomiso de la mercadería
Como resultado de la infracción, las autoridades procedieron a la demora inmediata de los ocupantes del vehículo, identificados como Marcos V. (chofer) y Belén D. (acompañante).
El pesaje oficial arrojó un total aproximado de 250 kilogramos de carne bovina. Tras el hallazgo, se solicitó la intervención de una médica veterinaria para analizar el estado del producto. El informe técnico fue contundente: la carne no se encontraba apta para el consumo humano, dado que carecía de la cadena de frío y las condiciones de higiene necesarias, representando un riesgo para la salud pública.
Implicancias legales: Artículo 206
El caso quedó en manos del fiscal Eugenio Balbastro, quien ordenó el secuestro preventivo tanto del camión como de la carga ilegal. Asimismo, instruyó el inicio de las actuaciones judiciales correspondientes.
Los implicados enfrentan ahora cargos por la presunta violación al Artículo 206 del Código Penal, el cual sanciona a quienes violaren las reglas establecidas por las leyes de policía sanitaria animal, poniendo en peligro la salubridad general.
