Se cumplen 25 años de una de las gestas más recordadas de Boca Juniors: la victoria ante Real Madrid en Tokio, un triunfo que consolidó la era Bianchi y marcó un hito en la historia xeneize.
El 28 de noviembre de 2000, en el Estadio Nacional de Tokio, Boca Juniors derrotó a Real Madrid por 2 a 1 y sumó su segunda Copa Intercontinental, uno de los logros más emblemáticos de la gestión de Carlos Bianchi. Con este título, el conjunto argentino igualó la cantidad de conquistas mundiales que tenía Independiente, reafirmando su peso internacional.
El arranque perfecto: el doblete de Martín Palermo
Ante más de 52 mil espectadores, Boca sorprendió al conjunto español con un inicio arrollador. En apenas siete minutos, Martín Palermo convirtió dos goles que marcaron el rumbo del encuentro. El delantero se transformó en la figura de la noche y recibió el premio al jugador más destacado, más allá del descuento que anotó Roberto Carlos antes del cuarto de hora.
Riquelme, Serna, Bermúdez y Córdoba: un equipo inolvidable
Aquel Boca mostró un funcionamiento sólido y brillante. Juan Román Riquelme dominó el mediocampo con una actuación extraordinaria, mientras que los colombianos Mauricio Serna, Jorge Bermúdez y Óscar Córdoba aportaron jerarquía y experiencia en un partido que exigía máxima concentración.
Un Real Madrid lleno de estrellas
El rival no era menor: Iker Casillas, Fernando Hierro, Luis Figo y Raúl encabezaban un plantel de primer nivel. Sin embargo, el conjunto argentino impuso carácter y eficacia para coronarse nuevamente campeón del mundo y regresar al país con un título inolvidable.
Boca y su trayectoria en finales intercontinentales
El triunfo de Tokio 2000 se sumó a la consagración obtenida en 1978 ante Borussia Mönchengladbach, cuando el equipo argentino ganó 3-0 en Alemania tras el empate 2-2 en Buenos Aires. Tres años después de la victoria ante el Real Madrid, Boca volvió a gritar campeón al superar al Milan por penales en 2003.
