En una final intensa disputada en el Estadio Monumental de Lima, Flamengo se impuso 1-0 a Palmeiras y logró su cuarta Copa Libertadores, coronando una campaña sólida y tomando revancha de la derrota sufrida ante el mismo rival en 2021.
La final de la Copa Libertadores 2025 reunió a dos de los equipos más poderosos del continente. Ante un estadio repleto, Flamengo controló el juego desde el arranque, imponiendo su ritmo y manejando la posesión frente a un Palmeiras que tuvo dificultades para acomodarse en el primer tiempo. El Mengao generó más peligro y obligó al rival a replegarse en varias ocasiones.
Un segundo tiempo friccionado y de mucho desgaste
Tras el descanso, el partido perdió claridad y ambos equipos se concentraron más en la disputa física que en la creación de juego. La sensación en el Monumental era que el primero que lograra romper el cero se quedaría con el trofeo. Ninguno lograba imponer superioridad hasta que, pasada la mitad del complemento, surgió la jugada que cambió la historia.
El cabezazo de Danilo que decidió la final
A los 22 minutos del segundo tiempo, un centro preciso de Giorgian De Arrascaeta cayó en el punto penal. Allí apareció Danilo, que se elevó con potencia y conectó un cabezazo perfecto al ángulo derecho del arquero Carlos Miguel. La pelota rebotó en el palo y se metió, desatando el festejo de los hinchas rojinegros y marcando el 1-0 definitivo.

La “gloria eterna” vuelve a Río de Janeiro
Con este triunfo, Flamengo alcanza su cuarta Copa Libertadores y se convierte en el club brasileño con más títulos en la competición, superando a Santos, Gremio, Palmeiras y San Pablo, todos con tres conquistas. El equipo dirigido por Tite consiguió la revancha deportiva tras la final perdida en 2021 y reafirma su peso continental.
Lo que viene para Flamengo y Palmeiras
El Mengao sigue firme en su camino local: lidera el Brasileirao con 75 puntos, cinco por encima de Palmeiras a falta de dos fechas. El miércoles, en el Maracaná, recibirá a Ceará con la posibilidad concreta de coronarse campeón del fútbol brasileño.
Palmeiras, por su parte, volvió a quedarse a las puertas de una cuarta Libertadores, algo que no le ocurría desde la final perdida ante Boca en 2000. El equipo de Abel Ferreira enfrentará el miércoles a Atlético Mineiro como visitante, obligado a ganar y esperar un tropiezo de Flamengo para mantener sus aspiraciones domésticas.
