A más de siete meses de la desaparición de Loan Danilo Peña, un niño de 5 años visto por última vez en el paraje Algarrobal, Corrientes, la familia del menor continúa presionando a la Justicia para que se realicen nuevas pericias en busca de pruebas concluyentes. En el centro de las investigaciones sigue estando Carlos Pérez, capitán de navío retirado, a quien la querella señala como uno de los principales sospechosos.
Desde el inicio del caso, la Justicia federal, liderada por la jueza Cristina Pozzer Penzo, ha llevado adelante extensos operativos de búsqueda y análisis forense. A pesar de los esfuerzos, el paradero de Loan sigue siendo un misterio.
La principal hipótesis de la familia y la querella sostiene que Loan fue subido a la camioneta de Pérez. Según José Mazzei, perito de la familia, los nuevos procedimientos incluirán desarmar nuevamente la trompa del vehículo, realizar pruebas en su computadora, así como en un Ford Ka relacionado con el caso.
Detalles de las pericias
Entre las acciones que se llevarán adelante destacan:
- Nuevas pruebas con Luminol para detectar rastros hemáticos en los vehículos.
- Revisión de los celulares de Pérez y su esposa, María Victoria Caillava, centrándose en los 40 minutos en que el celular del principal sospechoso estuvo apagado.
- Implementación de tecnologías avanzadas, inéditas en el país, para identificar posibles pruebas.
En diciembre, los operativos incluyeron el vaciamiento de lagunas cercanas a la vivienda de los sospechosos. Sin embargo, los resultados no arrojaron indicios positivos.
Inconsistencias y testimonios
Loan desapareció el 13 de junio de 2024 mientras recolectaba naranjas en compañía de adultos y otros menores. Desde entonces, las declaraciones de los imputados han estado plagadas de inconsistencias. Mónica Millapi, una de las acusadas, declaró públicamente desde su arresto domiciliario en Neuquén: “Alguien se lo tuvo que llevar porque se lo buscó rápido”.
El desafío judicial
A pesar de haberse analizado solo el 70% del material recopilado, la querella mantiene firme su objetivo de esclarecer lo ocurrido y dar con el paradero del menor. Las inconsistencias en las declaraciones y el voluminoso expediente siguen siendo obstáculos en el proceso judicial, pero la familia confía en que las nuevas pericias puedan aportar avances significativos.