Miles de palestinos comienzan a regresar a sus hogares en el norte de Gaza tras la apertura de corredores por parte del ejército israelí. Esto ocurre en el contexto del alto el fuego entre Israel y Hamas, y de negociaciones clave para la liberación de rehenes y presos. La situación sigue marcada por la incertidumbre y las tensiones diplomáticas.
Desde las primeras horas del lunes, familias palestinas han comenzado a desplazarse hacia el norte de Gaza por la carretera de Rashid, llevando consigo lo esencial en medio de un paisaje devastado. El ejército israelí habilitó el paso Salah al Din para vehículos, aunque con restricciones que incluyen la prohibición de transportar militantes o armas.
El contexto del alto el fuego y las negociaciones por rehenes
El regreso de los desplazados ocurre en el marco del acuerdo de alto el fuego vigente desde el 19 de enero. La apertura del corredor se había retrasado debido a la falta de cumplimiento por parte de Hamas en la liberación de rehenes clave, como Arbel Yehud. En las próximas rondas de liberación, se prevé que tres personas sean liberadas el jueves, incluidas un civil y un soldado israelí, mientras que otras tres lo serán el sábado.
Declaraciones de las partes en conflicto
Hamas considera el retorno de los desplazados como una “victoria” frente a lo que califican como un fracaso de los intentos de desplazamiento por parte de Israel. Por su parte, el gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, asegura que las negociaciones son fruto de una estrategia firme que busca garantizar la liberación progresiva de los secuestrados y mantener el alto el fuego.

Estimaciones sobre el estado de los rehenes
Según informes de inteligencia israelí, de los 33 secuestrados que serán liberados en la primera fase del acuerdo, al menos 25 se encuentran vivos. Esto evidencia la complejidad de la situación y refuerza la necesidad de continuar las negociaciones para alcanzar una resolución más amplia del conflicto.