El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, falleció este martes 13 de mayo a los 89 años, tras una larga batalla contra un cáncer de esófago. La noticia fue confirmada por el actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi, a través de sus redes sociales.
Pasadas las 16 horas de este martes, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, confirmó el fallecimiento de José “Pepe” Mujica, una de las figuras más emblemáticas de la política latinoamericana. Mujica, quien gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, había sido un símbolo de austeridad, lucha social y coherencia ideológica.
El mensaje de despedida de Yamandú Orsi
El presidente Orsi se despidió de Mujica con un mensaje emotivo en su cuenta de X:
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, escribió.
Una lucha hasta el final
En las horas previas a su fallecimiento, su esposa y compañera de vida, Lucía Topolansky, había señalado que Mujica estaba “en la etapa final” y que su desenlace era inminente. Conmovida pero firme, expresó: “Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final, eso es lo que prometí”.
El legado de un líder diferente
Pepe Mujica fue mucho más que un presidente. Campesino, guerrillero, preso político durante la dictadura y luego presidente, siempre se mantuvo fiel a sus principios. Desde su humilde chacra en las afueras de Montevideo, donde vivió junto a Topolansky, Mujica rechazó los privilegios del poder, donando gran parte de su sueldo presidencial y manejándose en su clásico “escarabajo” celeste.
Con una oratoria sencilla y directa, Mujica se convirtió en un referente mundial de la política auténtica, ganando respeto incluso entre sus adversarios. Durante su mandato, Uruguay avanzó en derechos civiles con la legalización del matrimonio igualitario y la regulación del cannabis, convirtiéndose en un país pionero en la región.
Un símbolo que trasciende fronteras
Más allá de las diferencias ideológicas, Mujica será recordado como un dirigente que nunca perdió el contacto con la tierra ni con su gente. El “presidente más pobre del mundo”, como fue apodado, dejó un legado que inspira a generaciones en todo el continente.
