El piloto argentino de la escudería Alpine llegó a Budapest para disputar su octava carrera de la temporada en la Fórmula 1. Franco Colapinto buscará sumar sus primeros puntos en el circuito de Hungaroring, una pista que exige precisión y una buena clasificación.
Hace poco más de un mes, Franco Colapinto vivía una experiencia de alto nivel al viajar en el avión privado del multicampeón Lewis Hamilton, luego del Gran Premio de España. Hoy, la realidad del piloto argentino lo encuentra tomando un vuelo de bajo costo hacia Budapest, donde intentará mejorar su rendimiento con Alpine.
El joven piloto encara este nuevo desafío con el objetivo de sumar sus primeros puntos en Fórmula 1, que aún le son esquivos tras siete fechas disputadas con el modelo A525 de su escudería.
Sin puntos y con una escudería en el fondo
Colapinto viene de un duro paso por Silverstone, donde finalizó 19º en la carrera principal y no logró resultados positivos en su primera participación en una sprint con el equipo. Previamente, tampoco había sumado en Spa-Francorchamps.
Alpine atraviesa una temporada compleja: se ubica última en el Campeonato Mundial de Constructores con 20 puntos, todos conseguidos por su compañero de equipo, el francés Pierre Gasly. El panorama no es sencillo, pero en cada circuito Colapinto continúa sumando experiencia.
El trazado de Hungaroring, un reto técnico
El Gran Premio de Hungría se correrá el domingo a las 10 de la mañana (hora argentina) sobre el circuito de Hungaroring, inaugurado en 1986. La pista tiene 4,381 kilómetros y es conocida por ser técnica y estrecha, con curvas enlazadas y pocas zonas de sobrepaso.
Esto hace que la clasificación del sábado sea clave para aspirar a un buen resultado en la carrera del domingo. Colapinto y Alpine deberán optimizar cada sesión para buscar una oportunidad de meterse en los puntos.