Vecinos critican la mala ubicación de una garita de colectivo en Esquina: “El error no es tener una garita, el error es ubicarla mal”

Una garita de colectivo recientemente instalada en Esquina generó fuertes críticas por parte de los vecinos debido a su ubicación sobre la vereda y en una esquina, obstruyendo el paso peatonal y generando serios problemas de accesibilidad y seguridad. La colocación, además, contradice una resolución vigente del Concejo Deliberante, que establece pautas específicas para estas estructuras.

Una ubicación que genera riesgos

La ubicación de la garita en una esquina es inusual y poco funcional, especialmente si se compara con los modelos más eficaces que se ubican en el medio del terreno o hacia un costado del lote.

Problemas de ubicar una garita en la esquina:

  • Obstaculiza el paso en la intersección, un punto clave para cruzar.
  • Reduce la visibilidad de conductores y peatones, aumentando el riesgo de accidentes.
  • El espacio reducido impide la incorporación de infraestructura segura y accesible.

Ventajas de ubicarla en el centro del lote o lateralmente:

  • Se mantiene libre la zona de cruce peatonal.
  • Se puede instalar sin invadir el recorrido peatonal.
  • Permite agregar rampas, iluminación y vegetación sin afectar el tránsito.

Contradice una resolución que pide accesibilidad

Esta intervención se realizó bajo la Resolución del H.C.D. de Esquina emitida el 7 de mayo de 2025, que reitera en todos sus términos la Resolución N.º 066/2022. La normativa solicita expresamente a la Secretaría de Obras y Servicios Públicos que realice un relevamiento y verificación de todas las garitas, garantizando condiciones seguras para los pasajeros.

Uno de sus considerandos destaca:

“Se debe tener en cuenta que los pasajeros difieren en edades, siendo en muchos casos adultos mayores, niños, embarazadas y hasta personas con algún tipo de discapacidad…”

A pesar de ello, solo se compartieron imágenes del diseño final y se procedió a ubicar la estructura en una esquina, cuando las garitas históricamente se han instalado en el centro del lote o a un costado, respetando el paso peatonal y la lógica del tránsito.

Una crítica vecinal que busca mejorar

Los vecinos de la zona no cuestionan la necesidad de instalar garitas para el resguardo de los pasajeros, sino la forma en que se las ejecuta. Consideran que esta intervención carece de criterio urbano y no prioriza la accesibilidad.

El error no es tener una garita, el error es ubicarla mal”, remarcan quienes frecuentan el lugar a diario.

Ante esta situación, la comunidad solicita que las futuras instalaciones se planifiquen con enfoque en inclusión, funcionalidad y seguridad, respetando el paso peatonal y adaptándose a las características del entorno.