A cinco meses de la desaparición de Loan Danilo Peña, sus padres, María Noguera y José Peña, han elevado un pedido a Su Santidad el Papa Francisco para ser recibidos en audiencia.
En un emotivo mensaje dirigido al Papa Francisco, los padres de Loan Danilo Peña, el niño que lleva desaparecido cinco meses, expresaron su angustia y deseo de encontrar respuestas y consuelo. Desde el inicio de la misiva, que compartió el abogado Juan Pablo Gallego, María y José apelan al corazón del Sumo Pontífice, destacando lo siguiente:
“Querido Papa Francisco. Somos María Noguera y José Peña, madre y padre de Loan Danilo Peña”.
La Comparación con el Calvario de Jesús
En su carta, los padres de Loan comparan su dolor con el calvario sufrido por los padres de Jesús, resaltando que su hijo fue arrebatado de su vida familiar de manera inesperada. Este fragmento de la carta resulta profundamente simbólico:
“Nos toca en carne propia vivir el calvario que sufrieron los padres de Jesús, la diferencia es que en aquella oportunidad el Hijo del Padre aceptó ese dolor para él y sus padres por amor a todos nosotros”.
Una Solicitud Urgente de Apoyo Espiritual
María y José describen el impacto de la desaparición de Loan en su vida diaria, mencionando que el amor por sus otros hijos y su fe en Dios los mantiene firmes. Sin embargo, imploran al Papa Francisco como una figura de consuelo, y buscan su apoyo para encontrar la fuerza necesaria en este difícil momento.
“El miércoles se van a cumplir 5 meses que nos arrebataron al más pequeño de la familia y solo el amor por sus otros hermanos y el inmenso amor a Dios que sentimos, nos mantiene en pie. Necesitamos de usted como el manto sagrado que protege a nuestra Virgencita, necesitamos sentir su amor, su apoyo, su compromiso”, expresan en la carta.
Un Llamado de Esperanza
La familia de Loan Danilo Peña sigue en la búsqueda de su hijo y ha recurrido a todas las instancias posibles para obtener información sobre su paradero. En este marco, el pedido al Papa Francisco refleja no solo la desesperación ante la falta de noticias, sino también una esperanza en el poder del apoyo espiritual y en las palabras de consuelo que solo el Sumo Pontífice puede brindarles.