El Peso Argentino, “La Moneda Más Fuerte del Mundo”

En medio de un contexto económico complejo, el presidente argentino Javier Milei celebró el impresionante desempeño del peso argentino, calificándolo como “la mejor moneda del mundo” en 2024.

El gráfico publicado por el presidente Milei muestra que el peso argentino lidera la lista de las monedas que más se revaluaron desde enero de 2024, con un aumento estimado del 40,1%. En comparación, la lira turca ocupa el segundo puesto con una apreciación del 16,5%. Este resultado refleja los efectos de las políticas económicas del gobierno de Javier Milei, que incluyen un control más estricto sobre la inflación y una estrategia fiscal que ha logrado mantener la devaluación mensual por debajo de los niveles de inflación.

¿Cómo Se Logró Este Fortalecimiento?

El informe de Gma Capital, citado por el gobierno, atribuye el fortalecimiento del peso a las políticas fiscales y monetarias implementadas por la administración de Milei, que han logrado una tasa de devaluación mensual del 2%, considerablemente inferior al índice inflacionario del 107% registrado en el mismo periodo. Este desempeño ha sido celebrado por el gobierno como un éxito rotundo de la gestión económica, pero sus efectos no son tan sencillos como parecen.

Los Desafíos que Acompañan el Refuerzo del Peso

A pesar de los logros en términos de apreciación de la moneda, el fortalecimiento del peso también ha generado preocupación en sectores económicos clave, como la balanza comercial y la competitividad. Con un peso más fuerte, los productos argentinos se vuelven más caros en los mercados internacionales, afectando negativamente las exportaciones del país. Además, la diferencia con las monedas de los principales socios comerciales, como Brasil, cuya moneda se ha depreciado un 12,8%, pone de relieve los retos para mantener la competitividad en el comercio internacional.

Impacto en la Relación con Brasil

Brasil, el principal socio comercial de Argentina, se encuentra al final de la lista de monedas con peor desempeño, con una depreciación significativa de su moneda. Esto genera un desequilibrio en la relación comercial, ya que los productos argentinos se encarecen en Brasil, mientras que los productos brasileños se vuelven más competitivos en el mercado argentino. Esto podría tener repercusiones en la balanza comercial y en las perspectivas económicas a corto y mediano plazo.