El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil dispuso este lunes la prisión domiciliaria para Jair Bolsonaro, luego de que el exmandatario violara una de las medidas cautelares impuestas por la Justicia. Utilizó redes sociales de sus hijos para difundir mensajes, lo que fue interpretado como una violación directa a las restricciones.
El ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, ordenó la prisión domiciliaria de Jair Bolsonaro, medida que incluye restricciones adicionales como la prohibición de recibir visitas —excepto abogados— y el uso de teléfonos móviles, propios o ajenos.
La decisión fue comunicada este lunes y vino acompañada de un allanamiento e incautación en la residencia del expresidente en Brasilia, como parte del operativo judicial.
Incumplimiento de las medidas cautelares
La medida fue dictada luego de que Bolsonaro incumpliera una cautelar que le prohibía utilizar redes sociales de terceros. Según el fallo de Moraes, se detectaron publicaciones recientes en cuentas de sus hijos, Flávio, Carlos y Eduardo Bolsonaro, con mensajes dirigidos a simpatizantes tras actos de apoyo.
Aunque Bolsonaro no utilizó directamente sus propias redes sociales, el juez consideró que generó contenido para su difusión en perfiles ajenos, con mensajes que —según el fallo— incitan a atacar al STF y promueven el respaldo a una intervención extranjera en el sistema judicial brasileño.
Nuevas restricciones impuestas
Además de la prisión domiciliaria, el expresidente tiene terminantemente prohibido:
- Usar redes sociales, propias o de terceros
- Comunicarse con otros investigados
- Recibir visitas, salvo de su equipo legal
- Utilizar teléfonos celulares bajo cualquier modalidad
Las nuevas medidas se suman a las que ya estaban vigentes desde el mes pasado, como el uso de tobillera electrónica y otras restricciones judiciales.
