París volvió a ser escenario de un robo de película. Un grupo de delincuentes ingresó este domingo por la mañana al Museo del Louvre y se llevó nueve joyas de la colección de Napoleón, en un golpe cuidadosamente planificado que duró apenas siete minutos.
Según informó el ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, el grupo ingresó al museo más visitado del mundo haciéndose pasar por personal de obra, aprovechando que en esa zona se realizan refacciones. Equipados con herramientas profesionales, cortaron los cristales de seguridad con una cortadora de disco y tomaron directamente las piezas de valor incalculable.
El ataque se produjo en la Galería de Apolo, donde se encontraba exhibida la colección de joyas imperiales de Napoleón Bonaparte y la Emperatriz Eugenia. En total, se sustrajeron nueve joyas históricas, entre ellas diademas, broches y coronas, aunque dos de las piezas fueron recuperadas horas después, entre ellas la corona de Eugenia.
Una operación rápida y sin heridos
Fuentes policiales confirmaron que la operación duró apenas siete minutos y que los delincuentes utilizaron un montacargas para acceder directamente a la sala objetivo. Dos de los asaltantes vestían chalecos amarillos y ropa de obrero, mientras que los otros dos escaparon a bordo de una motocicleta TMax.
El Museo del Louvre cerró sus puertas durante el resto del día “por razones excepcionales”, mientras se desplegaba un operativo de seguridad en toda la zona. No se reportaron heridos entre visitantes ni empleados.

Antecedentes históricos en el Louvre
El robo reaviva la memoria de otros episodios similares en el museo parisino. El más recordado ocurrió en 1911, cuando la Mona Lisa fue robada por el italiano Vincenzo Peruggia, un extrabajador del museo que escondió la pintura bajo su abrigo. La obra fue recuperada dos años después en Florencia.
Otro caso resonante fue en 1983, cuando dos piezas de armadura del Renacimiento fueron sustraídas y recién recuperadas casi cuatro décadas más tarde. Estos hechos reavivan el debate sobre la seguridad de los tesoros culturales y los legados del saqueo durante la era napoleónica.
Un patrimonio bajo resguardo
El Louvre, que alberga más de 33.000 obras, continúa siendo un símbolo de la historia y el arte universal. Entre sus mayores tesoros destacan la Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria Alada de Samotracia. Sin embargo, el reciente robo vuelve a poner en evidencia los desafíos de proteger uno de los patrimonios más valiosos del mundo frente a bandas altamente organizadas.
