El 22 de octubre, Argentina celebra el Día Nacional del Derecho a la Identidad, una fecha que destaca la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar la identidad de los niños apropiados durante la dictadura cívico-militar (1976-1983). Este día, instaurado en 2004, reconoce la importancia de los derechos humanos y el derecho fundamental a conocer la propia identidad.
La conmemoración está profundamente ligada al esfuerzo constante de las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes desde 1977 han trabajado para identificar y devolver la identidad a los hijos de desaparecidos. Se estima que alrededor de 500 niños fueron robados y entregados a familias que los criaron con nombres falsos. Hasta ahora, gracias a las Abuelas, más de 130 personas han recuperado su verdadera identidad.
El derecho a la identidad es esencial no solo para conocer el nombre y el origen biológico, sino también para acceder a la historia familiar, cultural y social. Durante la dictadura, este derecho fue violado sistemáticamente con el objetivo de borrar las raíces verdaderas de los niños y ocultar los crímenes del régimen.
La restitución de la identidad no solo es una lucha individual para cada nieto recuperado, sino también un acto de reparación y justicia para la sociedad en su conjunto. Este proceso ha sido posible gracias al avance en las tecnologías de identificación genética y la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, que ha permitido establecer vínculos biológicos con familiares que buscan a sus nietos desde hace décadas.
A lo largo de los años, la campaña por el derecho a la identidad ha trascendido las fronteras argentinas, convirtiéndose en un referente global en la lucha por los derechos humanos. Además de los casos de apropiación durante la dictadura, la conmemoración del 22 de octubre también invita a reflexionar sobre otras situaciones contemporáneas donde se vulnera este derecho, como la trata de personas, las adopciones ilegales y los conflictos armados.